jueves, diciembre 27, 2007

Comer sano?


Este anuncio la habia hecho hace tiempo y sigue divirtiéndome mucho ;-)




lunes, diciembre 24, 2007

¡Odio el iPhone!

Muy a menudo comento que no me gustan los productos Apple. Porque me resultan el colmo del pijismo. Son muy design, eso sí, no lo puedo contestar. Pero por cada producto Apple, existe al menos otro equivalente, de otra marca, que hace lo mismo, cuesta tres veces menos, y no te obliga a entrar en el mundo cerrado de Apple, en que los periféricos son compatibles sólo entre ellos, y te encadenan al iTunes, iPod, etc. Pero yo soy muy mal candidato marketing para los productos de lujo: no me gusta pagar por valores que no son objetivas, y el lujo es eso ante todo, un valor subjetivo. Y además, los iPos los construyen en China, donde hace casi 1 año se dio cuenta ya no sé qué ONG que empleaban niños como obreros.

Pero nunca me habían supuesto los productos Apple algún desagrado directo como está pasando desde hace 1 més, desde que Orange, uno de los tres operadores de móviles franceses, él con que tengo mi contrato, obtuvo la exclusividad para vender los iPhone en Francia. El chisme ha tenido tanto éxito que sus cada día más numerosos usuarios comen cada vez más banda de comunicación y sobrecargan los servidores de Orange. Y desde hace un més, experimento situaciones desagradables: cuando me mandan un SMS, o me dejan un mensaje el buzón de voz, muy a menudo no los recibo antes de uno, dos, tres o más días.

Como esta tarde, acabo de recibir 13 SMS para felicitarme para mi cumpleaños, todos enviados ayer. También me llegaron un mensaje de voz de Robin dejado el sábado, así como tres otros mensajes dejados por amigos a lo largo de toda la semana pasada.

Conclusión: odio el iPhone, porque por su culpa, casi creí que quedaban sólo 3 amigos.

¡Feliz Navidad a todos, y espero que no os regalen un iPhone! :-)

jueves, diciembre 20, 2007

Canasta navideña

Anoche tuvo lugar la cena navideña de mi empresa. La cena navideña no es tan tradicional en las empresas francesas como en las españolas. Hay que la hacen, para parecer modernillas, pero la mayoría hacen más bien una “comida navideña”, más fácil de organizar, sin invitar a las parejas de los empleados. En mi empresa es aún menos tradicional, ya que no hay una tradición navideña bien definida aquí. Es mi tercer Navidad es esta empresa. La primera vez, no hubo cena, pero nos regalaron un ejemplar de lujo de nuestro producto (lo vendí en EBay…) El año pasado, no hicieron nada. Na de na. Y este año hicieron una cena, invitando a las parejas además.

La cena tuvo lugar en el Alcazar, que es un restaurante medio conocido en el Quartier Latin. Creía que había un espectáculo, tipo bailarinas de pecho desnudo y plumas de avestruz en el culo, pero finalmente no. No sé de dónde saqué esta idea… pero es sólo un restaurante grande, un poco fashion en plan barcelonés, y un bar lounge arriba con música en vivo, mitad jazz, mitad Café del Mar.

Quería ir con Robin, pero en la dirección aquí no son muy modernos, pero sí muy lenguas viperinas, entonces lo que montamos con Resurrección fue que ella lo invitara a él, y yo a Target, y así nos fuimos los cuatro juntos. Muchos de mis compañeros ya conocen a Robin, pero algunos no. En particular uno nuevo, un joven portugués bien mono, también muy prototípico machito futbolista. Durante el aperitivo, mientras zampábamos una tras otra copa de champagne, hicimos para él un show en plan parejas heteros que se montan orgías, y Robin muy serio preguntándole si quería venir alguna vez con su novia, y él completamente rojo contestando que no gracias, pero no.

Pero a parte de este episodio chistoso, no fue de lo más divertido. En la mesa, estuve bloqueado en frente de la ayudante, que me hablo de cotilleos (nada sabrosos ni divertidos) de la empresa toda la cena, y con dos tíos de nuestra empresa distribuidora la izquierda. Menos mal que tuviera a Robin a mi derecha. Me hizo notar que uno de los dos otros tíos me echaba miradas pesadas cada vez que yo miraba por otro lado, pero como nada salió de mis intentos de entablar una conversación (in)decente con él, pues nada (además, con la ayudante siempre interrumpiéndome para contarme otra bobada sumamente ininteresante…) Las chicas estaban a la derecha de Robin, demasiado lejos para hablar.

La verdad es que mis compañeros no son muy divertidos. Simpáticos lo son. Pero no hay esta chispa que hace que tengas ganas de hacer cosas con ellos. Menos mal que tenga a Resurrección conmigo porque si no, de tan grises y conformistas que son, me aburriría mogollón. De toda manera creo que dentro de unos meses empezaré a buscarme otra cosa, con gente menos rara…

jueves, diciembre 13, 2007

¡Sucia! ¡Alcahueta!

Gracias a la divina Lalabelle, puedo compartir con vosotros (¿o debería decir “con ustedes”?) este excelentísimo video.





Es todo Lalabelle (“la chica es deliciosa”)…

¡Gracias mamita!

martes, diciembre 11, 2007

El rompecabezas

Encontrar ideas de regalos de Navidad es un rompecabezas. Es EL desafío anual, la gran carrera, el tic-tic-tic del reloj en su cuenta atrás antes del día fatídico. Como cada año te has dicho que esta vez empezabas a buscar ideas de regalos nada más volver de las vacaciones de verano, así te daba tiempo. Y como cada año te has olvidado completamente, o nada se te ha ocurrido desde septiembre y ahora te das cuenta, con las manos sudorosas de ansiedad, que sólo faltan dos semanas y no tienes los regalos para todos. O peor, sólo has comprado un par de cosillas de poca monta y te dices que no puedes quedarte con esto porque no pinta nada. Empiezas a tener pesadillas en que ves las caras de tus seres amados y familiares intentando esconder su cruel decepción detrás de una pobre sonrisa, con el rincón del labio tembloroso y el brillo de una lágrima en el ojo (porque eres fan de mangas y que te gusta su estética patética). Y el tiempo vuela…

Y si además eres como yo y que a nadie a tu alrededor le gustan las cosas de moda (olvídate de los iPods, Archos, integrales de series en DVD, l’Air du Temps, o las bolsas Vuitton) entonces vas a sudarla aún más. Porque eres de una familia y/o (y en mi caso) tienes un novio: antimaterialistas, anticonsumeristas, espirituales (en el sentido de espiritualidad), a quienes les van el bio, el auténtico, el artesanal al límite, pero sobre todo lo que no se compra.

Entonces intentas de buena fe encontrar ideas originales, que les peguen a cada uno, que no sean demasiado caras (porque les parecería un poco inmoral gastar tanto dinero en estas bobadas) pero no demasiado baratas (porque no sirve comprar mierdas), que sea una sorpresa, pero una sorpresa bienvenida, relacionada con algo muy personal que les ha sucedido en el año. Buscas, buscas y te ves rodeado de tiendas con sólo artículos para lemmings. Todo el mundo corre, corre y compra las mismas cosas que no son las que tú buscas.

No hay remedio, hay que comprar lo poco que se te ha ocurrido y apostar que les guste.

Pero no pasa nada, porque de toda manera, es la intención la que cuenta, y el mayor regalo que les habrás hecho son justamente estas semanas en que has pensado en ellos en cada momento, intentando encontrar algo que les haga ilusión.

viernes, diciembre 07, 2007

El fin de una era

Anoche miramos los últimos episodios de “Sex and the City”, y Samantha decía: “Es el fin de una era”. Para nosotros también es el fin de una era. Me di cuenta que habíamos tenido una era “Sex and the City” sin que me diera cuenta, y que anoche era realmente su fin.

Ya sé que suena muy cursi, o muy atrasado o muy provincial ser aficionado de esta serie, pero realmente nos mantuvo bajo tensión desde el primer día. Nos pareció impresionante como las protagonistas se hacían las mismas preguntas y comidas de coco como nosotros, a tal punto que a veces me pareció que decían nuestras mismas palabras, pero en inglés por supuesto.

Me encantó el último episodio en París, por lo acertado que es. París es realmente lo que pinta. No mi París, porque no me muevo en parecidas esferas sociales. Pero es un París bien real, con el cual tuvimos la oportunidad de cruzarnos por casualidad, muy raras veces, durante breves momentos. Un París de artistas o artesanos del lujo y de la moda, que baja al Plaza Athénée o en el Crillon, que toma una copa en el Buddha Bar o en Costes, con amigos que parecen dibujos de Jordi Labanda, antes de ir a cenar en el Café Georges… Un París en que tienes un dormitorio grande como 3 veces mi piso, lleno de muebles Empire o Restauration, con cortinas de terciopelo azúl ultramarino, bandejas de frutos exóticos en la mesita y ramos de flores caribeñas en invierno.

En este entorno, ¡claro que mola vivir en París! :-)
Bueno, la verdad es que también mola vivir en mi París, en que practicas zazen antes de ir a comer tailandés con tu mejor amigo mexicano…

Lo divertido es que también en este episodio enseñaron otros aspectos menos glamour de París que son igual de reales, como que la gente cool debe estar de mal humor y criticar las cosas alrededor. O como las cacas de perro en la calle… :-)

Otro fin de otra era: el domingo hacemos una fiesta en casa con amigos, para celebrar la salida del Pequeño y desearle suerte. Siguiendo nuestros consejos, se va “a la aventura” por el mundo. Su primer destino es Irlanda, donde tenemos él y nosotros algunos amigos que le podrán echar una mano para empezar. Y luego… ya veremos. El domingo estaremos todos y todas, los que lo han querido mucho estos años para tener nuestro momentillo de emoción. Y también para burlarnos un poco de él y hacer apuestas sobre cuánto tiempo necesitará para volver a París con la cola baja :-) Pero esto no se lo decimos, por supuesto. Hemos oficialmente quedado con él en septiembre del 2009 en el Nepal para hacer un trek juntos. El habrá venido andando desde Irlanda. Os mantendré informados por supuesto :-)