lunes, junio 05, 2006

Volver

El fin de fue uno de los buenos, con una gran dosis de “españolismos”, lo necesario para mantener a distancia el mono.

El viernes vinieron a cenar a casa de manera repentina S&O, trayendo el plato principal, y nosotros hicimos el principal. Los pobres buscaban un descanso al caos que tienen estos días en su piso, porque con el embarazo de S., decidieron transformar el despacho en habitación para el futuro bebé, y de momento tienen todos los muebles y las cosas un poco esparcidas por la casa… A mí lo de empezar a preparar la habitación del niño así 5 meses antes de su nacimiento me hace pensar en mí mismo cuando preparo el árbol de Navidad el 1 de diciembre… Permite saborear la espera en vez de convertirla en una tortura.

El sábado nos levantamos tarde, sin ir al Kung-Fu (que últimamente somos bastante perezosos con el Kung-Fu, hasta tal punto de preguntarnos si cambiar de deporte el año que viene o no…) pero hicimos 1 hora y media de estiramientos y movimientos de yoga. Es increíble lo bien que se sienta después…

Luego, habíamos quedado con las mamacitas (en fin, la Mamacita original, no su alma gemela alemana, que trabajaba a estas horas) a las 4 y media en el cine de Les Halles para ver “Volver”. En el metro, había un grupo de 3 mujeres hablando en español, con acento suramericano que no podíamos identificar. Estaban quejándose de los hombres y maridos y yo me reía. Entonces una dijo a las otras “Creo que el chico este se ríe,” y la otra “Pero cómo va a entender lo que decimos, se ríe de otra cosa,” y la primera “Sí, sí, se ríe por nosotras.” Entonces me preguntó si era español, y de allí empezamos a enrollarnos, que eran peruanas, que en París la gente muy fría, muy fría y todo… en fin, muy buen rollo.

¡La peli nos encantó! Seguro que tendrá razón Diego cuando dice que entre Almodóvar y los franceses, tiende a masturbación mutua. En este caso, la paja estuvo de guti, y nos quedamos Robin y yo con aún más mono que antes. No sé si lo que voy a decir es bien políticamente correcto, pero la verdad es que la peli me recordó bastante a cosas y gente que vi por mis propios ojos (o escuché con mis propios oídos) en Madrid. Cuánto me encanta este “Pero ¡qué me ejtás contando?”… El momento que más gracioso me resultó fue cuando dice la vecina dominicana que se va a currar y que si se puede acercarla a Casa de Campo. Sólo nosotros y Mamacita (que vivió en Madrid) nos reímos (bastante fuerte) en la sala gigantesca con 400 personas silenciosas. Resulta muy VIP, ¿no?

Después de la peli, mamacita nos llevó a un bar de maricones en el Marais, que no conocíamos (con lo poco frecuentes que son nuestras salidas por este barrio, no es de extrañarse), que finalmente no estaba tan mal. Un poco lleno de maricas pijas, pero bueno, después de un fin de en Barcelona, ya no nos choquea tanto ;-) Allí vino a encontrarnos el corazón y alma de Mamacita, que sigue una dieta sin alcohol estos días. Los llevamos a cenar a un restaurante libanés a comer un mezzeh. Estuvo bien pero los del restaurante se pasaron un poco mucho con el precio de los tés de menta al final: 15€ por cuatro tés ¡joder!

El domingo otra vez nos levantamos tarde, y pasamos unas horas en pelotas modificando el blog. El proveedor que utilizábamos tiene problemas desde hace varías semanas, a veces el sitio se colgaba, y no era muy práctico mantener el blog. Entonces hemos vuelto a mudar todo a blogspot y ¡tatchan! El único problema ahora es que con el sistema anterior era fácil gestionar un blog multilingüe y con blogspot mucho menos. Supongo que tendremos que mantener 2 blogs en parelelo, uno en español y otro en francés, con enlaces mutuos. ¡Que rollo!

Después, como el sol se asomaba detrás de las nubes, decidimos salir y dar un gran paseo. Aprovechamos para comprar cositas chinas para comer y volvimos a casa a comer a una hora muy española (las 4) delante de una peli francesa divertida “Il ne faut jurer de rien”.

Luego nos fuimos a casa de la madre de Robin para cenar. Todo muy bien hasta acabada la cena, cuando el hermano de Robin empezó a explicar los planes profesionales que tiene para el año que viene, y el resultado fue una estupenda discusión familiar con gritos y voces (esta vez, me hizo pensar más en una peli italiana que española…), que Robin consiguió apaciguar (¡es realmente mi héroe!) y así se acabo el fin de.

Y hoy, de vuelta al curro, aquí estoy, con la responsabilidad inesperada de animar un poco a una joven compañera de trabajo mía que pasó el fin de en Barcelona, la misma cosa que nosotros la semana anterior. ¡Ahora está muy depre con la vuelta a París y está hablando todo el rato de irse a vivir a Barna ya! La encuentro mi tierna  Y así ya no me siento tan solito aquí, jejeje.

1 comentarios, opiniones, y cotilleo:

A 23/6/06 01:04 , Blogger marta en parís dijo...

confieso...Hace mucho que no leía vuestro blog, pero me lo estoy leyendo enterito. Respecto a lo de almodóvar... creo que sois los únicos gabachos que os reís de las mismas cosas de los españoles cuando veis una pelis suya. Está claro que hay una extraña conexíón entre Almodovar y el extranjero, en especial Francia, pero si os soy sincera nunca he entendido porque gusta tanto en el extranjero...¿Que les hará gracia? lo entenderán? Lo dudo. Misterio. Me ha encantado lo de ¿Qué me ejstas contaaando? Otra vez algo de lo que no hçme había dado cuenta.

 

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