Acondicionamiento

Acabo de volver de comer con mis compañeros, y por una vez, la conversación ha sido interesante. Por primera vez en 4 meses que trabajo aquí.

Le que hizo que se alzara el nivel de la conversación es una compañera rusa que acaba de volver de su tierra hoy (San Petersburgo), donde ha pasado unas vacaciones. Estábamos comiendo ella, Louis-Gabriel, yo y un chico que se llama Loïc y que (para mí) es el prototipo del ingeniero pesado, de la raza de los que hicieron que la civilización se deshumanizara a partir de la primera mitad del siglo XX. Un deficiente...

Me quedé flipando cuando Tania empezó a explicar que desde la infancia, nos crian con un acondicionamiento fuerte en la escuela para que respetaramos a los maestros, y para que sentaramos miedo y ansiedad frente al fracaso. Según ella, es cuando nos graban el concepto de jerarquia en la mente, y a tal tierna edad, se nos entra muy, pero que muy bien, porque somos niños frente a adultos, y porque realmente el fracaso en la escuela tiene severas consecuencias en nuestra futura vida.

Pero, sigue ella, cuando somos adultos y trabajamos, hay que darse cuenta que ya no somos niños, si no tan adultos como nuestros jefes, así que dejemos de tener este respeto casi religioso a lo que dicen o que piensan, y tendríamos también que entender que si no conseguimos cumplir con una orden de un jefe, no es el fin del mundo. A lo peor, si nos echan, tampoco es el fin del mundo. Aunque haya crisi, también existe el paro en este caso, y siempre se vuelve a encontrar otra cosa si uno quiere, sobre todo a nuestras edades.

Realmente, me quedé con la boca abierta, los ojos llenos de admiración... ¡Es exactamente el tema recurrente de nuestras conversaciones en casa desde hace varias semanas! Y además la niña consigue resumirlo todo en pocas frases y con mucho más claridad que todas nuestras intuiciones. Me pregunto si no le viene de su herencia soviética, que los pensadores rusos pasarón 70 años reflexionando en temas parecidos... ¡Qué bueno! Me ha alegrado la vida muchísimo, y me siento mucho menos solo.