miércoles, octubre 03, 2007

La novia

Las vacaciones griegas empezaron con el acontecimiento social más esperado del año: la cena en casa de los padres de la Enana en Atenas. Hace dos años que la Enana nos dístila relatos y datos sobre sus padres: burguesía militar de clase media-alta, el padre, originario de un pueblecito montañoso de Creta, tiene rango de ya-no-sé-qué pero bastante alto como médico militar, dermatólogo retirado del servicio activo y ahora tiene su gabinete en una zona periférica un poco pija de Atenas. Sigue tratando a sus clientes como si fueren soldados bajos sus órdenes, según la Enana. La madre es una cosa suave y linda, heredera de una familia con algo de pasta y terrenos en la capital de una de las provincias del norte. La imagen global que nos habíamos forjado: el padre era un enano espeso y frustrado que compensaba dándole cuerda a todo el mundo, familiares o clientes, como en la mili, y la madre era la encarnación de la madre mediterránea, ahogando a sus hijos con excesos de ternura y culpabilidad.

La Enana es absolutamente incapaz de plantarles cara, aún menos siendo marica. Entonces, la estrategia que había establecido previamente a la visita era, si no presentar a Resurrección como su novia oficial, al menos sugerirlo fortísimamente. Resurrección no era del todo encantada (ella sabe lo que es una familia griega como Dios manda), pero siempre quiere echar una mano a los amigos así que aceptó.

Cuando llegamos a la casa familia, la Enana nos hizo la sorpresa de decirnos (un poco tarde) que había presentado a su madre a Robin y a Target como siendo pareja, y yo pues, como el tonto soltero de la pandilla… Lo cual hizo que durante toda la cena, Señora Peligrosa no paró de proponerme comida, seguramente para que compensara mi desdicha sentimental por un exceso de colesterol. Hay que decir que la cena, toda preparada por ella, fue impresionante. Había cantidades de comida como para quince personas, y nos fuimos de allí con provisiones que nos duraron los dos días siguientes: tiropita (empanada de pasta filo rellena con queso feta), spanakotiropita (la misma pero con espinacas además), berenjenas rellenas de carne y tomate, feta fresca, cordero con patatas y aceitunas, queso de las montañas de Creta, y un vino como sangre de dragón.

Necesitamos mucho alcohol para superar el ambiente un poco tenso y artificial del principio. A principio estuvimos solos con Señora Enana, su hijo y Resurrección haciendo de intérpretes griego-francés. Todo esto en un piso adornado como no creía que aún se pudiera hacer. Lámparas de cristal y metal dorado en forma de flores y frutas al techo. Sofás con terciopelo marrón y seda rosa y verde. Muebles enormes de madera oscura, y pequeños objetos de cristal, porcelana o metal dorado de todas partes. Target, Robin y yo tuvimos muchos problemas para contener la risa y cuando Target comentó a la Enana que era “un pelín cargado”, este le contestó “Pero si hay cuadros bonitos ¿no?” (horrores oscuras al estilo Velásquez…)

Como estábamos todos muy poco a gusto, excepto la Enana que ondulaba de satisfacción, decidimos joderle un poco (pero con ternura) la vida durante la cena, delante de su madre, su mejor amigo y su mejor amiga. Cada dos por tres, nos poníamos los tres franceses a gritar “Un bisou ! Un bisou !” (un beso, un beso) a la Enana y a Resurrección. Le hizo mucha gracia a Resurrección (al menos al principio) pero le jodió bastante a la Enana que de repente, tuvo que asumir el papel de noviazgo declarado, ¡jajaja!

El padre se ausentó durante toda la cena, porque había un partido de no-sé-qué en la tele. Sólo lo vimos después para llevarnos en coche al puerto del Pireo. Confirmo su estatuto de enano frustrado conduciendo como un loco y casi le vomité sobre las rodillas (iba en el coche a su lado).

Conclusión: creo que la Enana nunca tendrá el valor para salir del armario con sus padres, y espero que ellos no empiecen a hacerse ilusiones sobre la futura boda con Resurrección, porque finalmente, son padres amantes y les dañaría bastante haber sido engañados así. Pero acabarían aceptándolo, supongo, siendo padres. Lo que me parece más dudoso son los dos amigos de la Enana. Creo que hubiera sido el momento idóneo para decirles la verdad (Señora Enana no se quedó toda la velada con nosotros). Pero bueno, a cada uno su destino, y no sé casi nada de la cultura griega moderna, así que dejamos a la Enana elegir su rumbo según quiera, cruzando los dedos para él.

3 comentarios, opiniones, y cotilleo:

A 3/10/07 17:07 , Anonymous Anónimo dijo...

Lo de salir del armario es un tema delicado. Pero te sientes mucho mejor una vez estas fuera ;).

Un bisou!

 
A 4/10/07 11:28 , Blogger Tony Tornado dijo...

No dijiste que ibas a poner fotos de buenorros????
yo no vuelvo hasta ver las fotos, toma!

Deux bisous, un pour chacun!

 
A 4/10/07 15:13 , Blogger Niño Voltio dijo...

Yo también quiero las fotos de buenorros!!!
Son tan guapos los griegos como se presume?
Muy divertida la historia

 

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