lunes, diciembre 04, 2006

Hiperactividad

Cuántas cosas que contar sobre este fin de que acaba de pasar…

Pero primero, para los millones de aficionados que siguen a diario nuestra vida y reclaman a gritos que actualicemos con un nuevo episodio, pues empezaré por el resultado de nuestro encuentro con los dueños del nuevo piso.

Llegaron el sábado por la tarde, lo que nos dio tiempo para ir a la clase de kung-fu del mediodía (fue clase de combate esta vez, lo que nos cayó genial para prepararnos psicológicamente) e ir a tomar una caña luego esperando su llegada. Sonrientes pero tensos (nosotros sonriente y un poco ebrios por el efecto de la cerveza después del deporte). Subieron al piso con nosotros y ¡durante 1 hora mi nene estuvo sencillamente genial! ¡Muy impresionante! Todo visto de negro, con su peor cara de poli malo. Empezaron la pelea diciendo que nuestra carta los había choqueado bastante, a lo cual Robin contestó que ya nos ocurrió anteriormente tener que acudir al tribunal para recuperar el depósito de garantía y entonces quería aclarar las cosas con antelación esta vez. Por supuesto que nunca nos ocurrió, pero ellos se pusieron lívidos. Les enseñamos todos los pequeños detalles que había en la carta, uno por uno, y volvieron al ataque, diciendo que éramos muy “picapleitos”. Y Robin ni se inmuta y contesta “Es que vengo de una familia de abogados y la verdad que sí, nos gusta observar los procedimientos legales como se debe.” ¡Fue un pánico total! (Y no hay ni un abogado en la familia de Robin.) Finalmente, los explico que si estaban de acuerdo para añadir nuestras observaciones al contrato y librarnos de responsabilidades para con la moqueta, pues que no íbamos a pedir que la cambiaran, ni las persianas ni las otras cosas que habíamos pedido. Se quedaron tan aliviados de no tener que pagar obras (los muy ratas) que dijeron que sí, que todo bien y que iban a enviarnos una carta recomendada para esto.

¡Sylvain y Robin 1 – 0 Los dueños!

Ahora que el tema está cerrado (o casi porque todavía no hemos visto esta carta…) podemos pasar a asuntos más divertidos.

El fin de pasó bajo el signo de las pendaisons de crémaillère (“colgada de cremallera”). No hay traducción propia al castellano, seguro que porque cuando los españoles montan una fiesta de inauguración de casa lo hacen fuera en los bares por tanta costumbre de salir a la calle que tienen ;-)

Momento cultural: esta denominación de colgada de cremallera viene de que, antiguamente, la ultimísima etapa cuando se construya una casa era colgar en la chimenea una cremallera de metal que iba a servir luego para colgar la olla encima de la hoguera. Y se solía organizar una fiesta para marcar este momento. Ahora que tenemos placas eléctricas de vidrioceramica, ya no colgamos la cremallera pero sí seguimos montando una fiesta cuando nos mudamos. Es muy parecido al anglosajón housewarming party, la fiesta para celebrar la primera vez en que se encendía la nueva hoguera. En España no se hace supongo que por la tradición de ir de tapeo más que de preparar sopa en casa, jajaja. :p

Pues, nos invitaron a 2 fiestas de pendaison de crémaillère durante el fin de.

El viernes la fiesta tuvo lugar en casa de Anastasia, una compañera griega que se mudó a un estudio (pequeño pero chulo) en un barrio bastante céntrico, a dos pasos de la calle Mouffetard (la más típicamente “antiguo París” según mis criterios, no dudéis en dar un paso pos esta calle durante vuestras próximas visitas a París, sobre todo cuando hay el mercado el domingo por la mañana). Mucha comida rica (francesa y griega), muchísima bebida, varios griegos (hasta nosotros llevamos nuestro griego, Vassilis, a la fiesta). Mucha gente del micromundo universitario al cual pertenecí cuando hice mi doctorado. Me crucé con una especie de “celebridad” de este mundillo, una mujer cincuentona y completamente alcohólica. Finalmente, no me arrepiento de haber pasado “al enemigo”, al mundo industrial… Volvimos a casa bastante borrachos pero temprano (había que levantarse para ir al kung-fu el sábado), pero con planes de futuras borracheras en los bares de Belleville con algunos de los comensales.

El sábado noche era la pendaison de crémaillère de uno de los alumnos de kung-fu. Un piso bastante grande, compartido con un amigo, en un barrio de mala muerte del nordeste, en un estado digno de un piso libanés después del pasaje de Tsahal.

El elemento más impactante de la fiesta era la presencia de Arnaud, el mejor amigo de Christophe y Lancelot (ya hemos hablado mucho de nuestros nenes del kung-fu, no me voy a repetir). Cómo decir… digamos que Arnaud es el chico más guapo que he visto en mi vida, ¿os suena? Imaginaros 1m80 de carne musculosa, de estos músculos de verdad (no de gimnasio) por ser albañil (¡lo es!) que te hacen una anchura de hombros que ni en tus sueños más húmedos te lo imaginabas, brazos como troncos con manos enormes ultrasexy, una voz muy grave y ronca, rubio con ojos azules y una cara de angel del cielo y 200% hetero. Pues eso. Robin y yo nos quedamos con el cerebro un poco como cuando Windows se cuelga diciendo “aaaah…” con un ligero hilo de baba en los labios. Pero bueno, uno se acostumbre a todo, así que no nos impidió disfrutar la fiesta. Me enterneció mucho que Christophe se quedara todo el rato a mi lado pegado físicamente en plan posesivo ¿Celoso? :p

Otra vez bebimos mucho (¡demasiado!), pero fue culpa nuestra porque habíamos traído ron agrícola (55 grados) de las Antillas y zumo de lima. A partir de cierta hora, mis recuerdos los tengo todos pero no sabré ponerlos en orden. Sé que en un momento dado el hermoso Arnaud, completamente borracho, se fue a potar por la ventana, que el vomito se cayó en la terraza abajo y que el presidente de la comunidad del edificio se puso a gritar que iba a llamar la policía. Sé que hubo un joven poli guapeton (presente en la fiesta, amigo de infancia del organizador de la fiesta) comentó a Robin que era hetero pero que le daba cierta curiosidad la homosexualidad y que esperaba que íbamos a invitarlo a nuestra propia fiesta de pendaison de crémaillère (pero tardamos más de media hora para darnos cuenta que estaba probablemente ligándonos). Y sé que sobre las 4 de la mañana hice un combate de tui-cho (una forma particular de kung-fu, buscad en wikipedia) con Nalaka y que acabe completamente agotado y sudado pero con las ideas mucho más claras. Luego pillamos un taxi (rechazando la oferta del poli de llevarnos a casa en coche) y volvimos a casa porque había que levantarse temprano para avanzar nuestra propia mudanza.

A las 9 el domingo, habiendo dormido 4 horas, y con una resaca absolutamente criminal, nos fuimos a recoger una furgoneta que nos había traído muy graciosamente y muy gratuitamente el marido de la madre de Robin, de la asociación en que trabaja. Llamamos a Vassilis para que viniera a ayudarnos y movimos los muebles más grandes de casa (que son bien pocos: los tatamis del futón, unas estanterías, el aparato de climatización portátil). Acabamos bastante temprano, nos despedimos de Vassilis, cenamos como los ingleses a las 6 y media y nos fuimos a la cama a las 9 y media. Muertos. Pero contentos.

Informaciones adicionales (comunicado a la Perry Mason, como dice Fer):
  • El nuevo barrio está lleno de locales muy chulos. En particular justo al lado de casa hay un bar magnífico, donde muy a menudo vienen nuevos grupos a tocar música en vivo y cantar a la hora del aperitivo. Además tienen Adelscot de grifo y es mi cerveza preferida (y es muy rara). Y tienen menú del día barato. Hay también un restaurante chino que es sencillamente el mejor en que he comido hasta ahora. Y hay otro bar en que siempre hay música y mucha gente gritando y bailando, se parece más a Rio de Janeiro que a París (aunque no es un bar brasileño, lo digo por decir algo).
  • Hay muchos maricones en el supermercado (chic) de la calle de al lado. Tenemos que seguir investigando en esta zona.
  • Han decorado todas las bocas de metro de nuestra estación (tipo navidades germánicas, otra tipo oriental y otra tipo magía). Es la primera vez que veo esto y me ha encantado.

Seguiremos informando…

5 comentarios, opiniones, y cotilleo:

A 4/12/06 19:44 , Blogger Chup-Chup dijo...

wow! que fin de semana agitado! me encanto el comment sobre que el piso de tu amigo parecia el libano despues del ataque de tzahal...

 
A 4/12/06 20:06 , Blogger Niño Voltio dijo...

Madre mía, si con vosotros se podía hacer una serie a lo "Queer as folk"! Con fiestas interesantosas, ligues de polis, numerito de kung-fu... Algún día me tendré que dejar caer por Paris a lo actor invitado y vivir in situ mi propio capitulo.
Muy bien, Perry, sigue informando. Buen informe

 
A 4/12/06 21:01 , Anonymous Anónimo dijo...

:)

Yo tambien quiero volver a ser "artista invitado" del capítulo de la semana!!

Ahora que empiezan los vuelos baratos desde madrid!!!

 
A 5/12/06 09:20 , Blogger Vinou dijo...

Jajaja, niños, esperad sólo una semanita más, el fin de que viene vamos a Ikea a comprar (entre otras cosas) un futón para los invitados. Y luego esperamos que este piso tenga vocación de albergue internacional! (Y prometo que aprenderemos a preparar Cosmopolitans para que os sentaís guest stars de Sex and the City.)

 
A 5/12/06 13:39 , Blogger Fer dijo...

Menudo finde!! Bien por la primer batalla ganada contra los dueños y muchos éxitos el día que organicen su propia "pendaison de crémaillère".

Muchos besos (en breve actualizo).

 

Publicar un comentario

<< Inicio