Felicidades

La cena-crucero del miércoles fue un éxito total. Temía que fuera un poco cutre, o kitsch, o de mal gusto. Tal vez lo fue, pero de una manera que nos encantó.

Llevábamos ambos traje (y corbata para Robin, yo no porque tenía un catarro que te cagas y no conseguía respirar con corbata), y había también mucha gente vestida chic en el barco. Nos instalaron en una pequeña mesa en un lado del barco, pegados a la pared de cristal, con luces un poco apagadas, una lamparita en la mesa, y música de fondo estilo Café del mar. Tomamos champagne mientras esperábamos que el barco empezara el crucero, y luego fue todo perfecto. La cena muy rica, típica francesa de buen nivel, los vinos muy buenos (2 botellas, una de blanco, una de tinto, para 2 personas, nos pareció una cantidad muy entrañable) y entre las sesiones de Café del mar, tocaba un grupo y cantaban un tío y una tía, bastante bien (sobre todo el tío). Y por supuesto, durante 2 horas y media: París iluminado de todas partes.

Nos encantó hacer los turistas americanos :-) Prometo añadir fotos aquí durante el fin de (de momento no las hemos descargado).

Luego vuelta a casa en taxi, porque ya había empezado la macro huelga de transportes. Que nos sirvió de maravillas, puesto que el jueves, no fuimos a trabajar (no sin razón: una compañera mía que vive en nuestro barrio tardó 3 horas en llegar por la mañana y casi lo mismo para volver por la tarde. No gracias.) Así que pasamos todo el día o follando en casa, o paseando en el barrio aprovechando el día soleado.

Hoy estamos de vuelta al curro, pero sigo con la menta fuera. Lo único en que consigo fijarme son temas de vacaciones. Pues nada: hoy empiezo a preparar las próximas vacaciones, que tendrán lugar en febrero, en el Caribe (otra vez) para bucear durante 15 días en la Reserva Cousteau y conseguir el nivel 2 :-)