viernes, julio 07, 2006

Días de cine

Esta es una semana movidita, que ya empezó el martes yendo a cenar a casa de Emma (que preparó unas tortillas de patatas y de espinacas de puro vicio) y con Maria (autora de una maravillosa escalibada). Hablando mucho del libro de P. Baudry sobre los franceses, de nuestra retención sadicoanal, de la vida en París, de las culturas implícitas y explícitas, de lo retorcida que es la cultura implícita francesa, pero notando también que la cultura española también tiene lo suyo en cuanto al implícito.

Es que en las culturas antiguas/europeas/implícitas hay muchas de los que llamamos las evidencias invisibles, que son como normas de las cuales los autóctonos ni siquiera están conscientes, y que puede desestabilizarte mucho cuando vienes de fuera.

Una norma de estas que tenemos en Francia es que hay que ser cínico. Los que no lo son, son considerados como unos gilipollas tragaselotodo, seres no muy por encima de los disneyamericanos en la escala de la evolución. Por eso, si un español dice por ejemplo que “ayer pasó una noche de puta madre con sus amigos”, en el peor de los casos, se lo considerará un cretino (piensa realmente lo que dice), y en el mejor, un mentiroso (lo dice pero no se lo cree ni él mismo)…

Una norma social española escondida de manera parecida, es la obligación de servicio. Los españoles intercambian propuestas de “servicios” todo el tiempo (“dame tu teléfono, nos llamamos y quedamos”, o “te llevo a tal sitio en mi coche”, o “mi casa es tu casa”), hasta con desconocidos encontrados en un bar una noche de borrachera. Y la norma quiere que el otro o decline la propuesta, o haga como si se lo tomara en serio pero sabe muy bien que era sólo para ser agradable. Recuerdo los primeros tiempos que vivimos en España, con esta impresión que los españoles eran tan serviciales que era casi un cuento de hadas, y aceptando por supuesto todas las propuestas, resultando por lo mismo bastante pesados y groseros. Muchas gracias a todos los que no se lo tomaron a mal y son ahora de nuestros mejores amigos (¿eh, Rani? jejeje, disculpa, con demora, pero disculpa).

Se volverá a hablar de estas normas en otros posts…

El miércoles, ni siquiera lo menciono, que no quiero amargaros, jejeje, pero nos cansamos bastante la voz gritando “On est en finale !” y “Mais ils sont où les Portugais ?”

Y anoche estrenamos la sesión 2006 del cine al aire de La Villette, con un picnic en el parque, sobre el césped recién cortado que daba la sensación de tumbarse sobre una moqueta espesa y fresca, que aliviaba mucho con lo pesado que era el aire en este ambiente de tormenta. Cayeron una gotitas, y tuvimos relámpagos hasta bastante entrada la noche, pero finalmente no llovió más que 5 minutitos, que era sólo para refrescarnos después de cenar y antes que la peli empezara.

Echaban “Los hermanos Grimm", que todo el mundo dijo que era una mierda, pero yo opino que es muy buena. Me encanta como consiguen hacer sobresalir esta sensación que hace poco (200 años) quedaban muchísimos aspectos de la Edad Media más remota (casi prehistórica) en la vida cotidiana de la gente del campo. Lo que, si uno conoce un poco de historia, resulta muy acertado. En fin. Además como soy un público bastante infantil me encantan los efectos especiales, los cuentos y las leyendas, y me gusta el humor pesado americano. Con lo que me lo pasé pipa.

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