jueves, febrero 21, 2008

Ban mwen on tibo

¡Estamos de vueltaaaaaaaaa! Bronceados, alcohólicos y cargados de energía para enfrentarnos al resto del invierno. Imaginaos que entre el lunes por la noche y el martes por la mañana, perdimos 30° de temperatura en 8 horas de vuelo. Ay, hicimos bien , el domingo por la noche, después de la última fiesta, borrachos como cubos, en ir a tomar un "baño de medianoche", aprovechando una última vez el agua del Caribe y sus 27° con nuestros amigos belgas y Filipa.

Robin y los belgas


Filipa y yo


Yo y Laurence, que no vino a bañarse porque estaba "ocupada" con el cocinero...

Muy seguramente, debíamos dar un espectáculo muy extraño, cuando a las 2 de la mañana salimos del mar para ir a la casita sobre la playa con la fuente volcánica de agua caliente. Los cinco en bolas, apretaditos a causa del frescor del aire nocturno. Cada uno a su turno tenía que ponerse de rodillas para recoger el agua caliente, y luego la vertía sobre la cabeza y los hombros de los demás que gemían de placer. Supongo que un hipotético transeúnte nocturno en la playa se hubiera imaginado cosas. Pero no. Al final volvimos una última vez a echarnos al mar antes de volver a nuestras casitas, despertando el centro a las 3 gritando como cerdos, completamente ebrios.

Como os lo podéis imaginar, pasamos vacaciones estupendas. Me quedé alucinando en colores la primera vez que vi una tortuga marina nadando delante de mí. Y no llegué a acostumbrarme en toda la estancia. Estos animales tienen una gracia y una nobleza que impacta. Y flipé como un enano cuando una tarde, al volver del último buceo del día, vimos un grupo de delfines jugando en las aguas a unos cien metros del barco.

El contexto: Guadeloupe, en las Antillas francesas.














El sitio: el centro UCPA en la comuna de Bouillante, cerca de la isla Pigeon.


La misión: 15 días de buceo, una vez cada mañana, y una vez cada tarde. Inicialmente queríamos conseguir el 2° nivel (de la federación francesa), pero una vez allí nos dijeron que no era posible (esto es el principal punto negro de las vacaciones) porque no teníamos bastantes buceos cumulados en total (y yo creo también que es porque obtuvimos el 1er nivel con la federación americana). Pero por otro lado, seguir la formación de 2° nivel hubiera significado tomar clases teóricas y hacer ejercicios poco divertidos. Así, sólo disfrutamos durante 2 semanas.

Llegamos el lunes 4 a las 8 de la tarde (es decir la 1 de la noche en nuestras zonas europeas) y el martes por la mañana empezamos a bucear. El martes por la tarde nos fuimos a la "gran ciudad" más cercana, Basse-Terre, para asistir al carnaval. Como teníamos que esperar un par de horas bajo un sol de plomo, nos juntamos con algunos otros alcohólicos, avisamos una terracita y empezamos a zampar sistemáticamente litro tras litro de cerveza. Me temo que no vimos gran cosa del desfile, al final… Pero hicimos migas con lo que iba a ser el núcleo duro de los 15 días: nosotros y los belgas, una pareja, chico y chica de 28 años.

La primera semana fue totalmente dedicada, desde nuestro punto de vista, a los aspectos deportivos: bucear, y más bucear. Además de estar físicamente fritos cada noche, el grupo estaba bastante tranquilito. Gente poco festeja. Y además muchos de ellos cogieron o un gripe, o un otitis o cosas del estilo. El sábado, que es día "off" en los centros UCPA, y cada uno tiene que apañarse, nos lo pasamos bomba. Con la chica más enérgica del grupo, hicimos canyoning con una empresa recomendada por el centro. Un recorrido de iniciación, pero divertidísimo para los principiantes que somos. Hicimos rápel en cascadas, saltamos desde rocas enormes y deslizamos por toboganes naturales, todo esto en el bosque tropical del interior de la isla, bajo una lluvia continua, entre árboles gigantescos, árboles de café, de cacao y lianas de vanilla.


Y por la noche hicimos un buceo nocturno con otro club de buceo. No me impresionó tanto, no se ve nada, por supuesto, y a mí me pareció que todos los peces dormían…

El lunes siguiente el grupo cambio, casi todos se fuero de regreso a París, unos se trasladaron a otro centro en las islas cercanas de las Santas (donde estuvimos el año pasado), y nos quedamos unos 6 o 7 para otra semana. Descubrimos los parajes del centro caminando, encontramos un restaurante buenísimo (y un pelín pijo) donde nos pusimos hasta las cejas de pescado a la plancha con salsa de vanilla o de maracuja, y alguna piñacolada y un daiquiri. Por la noche llegaron los (pocos) nuevos: unos 15, entre los cuales nuestra amiga Filipa.

Pero esta vez teníamos una energía tremenda y estábamos cargados a tope. No los dejamos descansar y empezamos a poner ambiente, gritando y saltando de todas partes, pagando rondas de ron.

El día siguiente, descubrimos todos el bar de al lado del centro, con sus increíbles cócteles y su ti punch miel (miel líquido, ron blanco y un trozo de lima).


Todo el resto de la semana fue parecido: un ambiente delirante en el barco para bucear, y emborrachándonos por las noches en el bar de al lado, o en el pequeño bar del centro.

El sábado nos fuimos en grupo a las islas Santas para pasar el día en la playa de ensueño (donde nos atacó una cabra golosa).


Y el último día llegó demasiado rápido por supuesto.

Ahora queda volver a vernos, los que vivimos en París, para recordar estos día, aprovechar la nueva amistad, y ver si planificamos más vacaciones en adelante.

PD: por cierto, el título de este post es él de una canción muy famosa (en Francia) en lengua criolla, y significa "dame un beso".

viernes, febrero 01, 2008

Ultimas noticias antes de las vacaciones

El lunes nos vamos. Dos semanas en Bouillante, en Guadalupe, en las Antillas francesas. Casi ya no puedo trabajar, tengo la mente de vacaciones.


He pasado casi toda la mañana en el despacho de las secretarias. Al principio hablando de mis vacaciones, en Guadalupe de los planes para las vacaciones próximas (Nepal, Argentina y Vietnam sucesivamente), de viajar, de abrirse la mente, de vivir fuera de su país, de dejarlo todo un día para irse a vivir a la India, de budismo y de zazen. Al final (después de 1 hora y media) estaba explicándole las bases del budismo zen y quedamos en que a mi vuelta, les enseñaré la postura de zazen en la pausa de mediodía.

Luego he comido con Resurrección y hablamos otra vez de lo que le está ocurriendo, de la elección que tiene que hacer estos días entre los dos hombres de su vida: él a quien ama locamente, y él que la ama locamente, del ultimátum que este último le dio hace 2 días, después de 3 años sin avanzar. El día 15 se va a Grecia, antes de esta fecha tiene que haber tomado su decisión…

Hablamos del amor, de los “hombres de la vida”…

Y ahora estoy mirando por la ventana la lluvia fría que cae, y no tengo ni las mínimas ganas de currar. Sólo de pensar en las vacaciones que se acercan, y en los hombres de mi vida…

¡Hasta el 20 de febrero!