miércoles, abril 30, 2008

Como un cuento de hadas

Definitivamente, tengo que hacer un informe de lo ocurrido la semana pasada, el fin de incluido.

Hagámoslo cronológicamente, que suele ser lo más fácil.

Para empezar, la semana pasada tuve dos entrevistas de trabajo. Se trataba de un puesto para el cual contesté a un anuncio en marzo, y ya había tenido una primera entrevista que me había gustado mucho (la descripción del puesto, la situación geográfica de la empresa, la gente del departamento…)
El martes, tuve una entrevista con el director técnico a mediodía, todo muy guay también.
Lo divertido siendo que por la tarde tenía mi "entrevista de evaluación anual" en mi empresa actual, con la dirección, que por supuesto, casi no escuché.
El miércoles me volvieron a llamar para la tercera entrevista con el dueño de la empresa el jueves a mediodía.
Un tipo simpatiquísimo, cuarentón, enamorado de Barcelona, donde pidió matrimonio a su (ahora) mujer hace 3 meses, jejeje. Salió de puta madre, y a finales de la tarde me llamó la que va a ser mi nueva jefa para decirme que me reclutan.

¡Joder, qué facilidad! Todo fue tan como en una autopista…
El puesto mola mogollón, la empresa está dentro de París, a media hora de casa, y me proponen un sueldo más alto que lo que pedí. ¿Qué pedir más?

Y el viernes salimos para pasar el fin de en Barcelona.

Primero quiero pedir perdón a Rowanne, que no pudimos ver el domingo.
Pero hubo tanto descontrol de la agenda que sólo hubiéramos podido vernos media hora, y eso no puede ser. Lo siento mucho, Ro, tendremos que hacernos perdonar cuando volvamos (que debería ser pronto).

El evento mayor del fin de es que habíamos quedado con The One.

Algunos habéis oído hablar de él, otros no.
Con él tuvimos lo que más en mi vida se acerca a una pasión fulgurante, hace 8 años, cuando nos mudamos a Barcelona.
Por mil y unas razones, fue realmente "fulgurante": se terminó pronto.
Pero desde entonces, es como un hilo rojo. Nos volvemos a ver cada año o par de años (no demasiado a menudo porque es casi demasiado fuerte) y si el encuentro tiene lugar por la noche, y que hay alcohol (lo suficiente para dejar caer las inhibiciones) acabamos en la misma cama.

Esta vez habíamos quedado con él a propósito.
Hace varios meses que nos dimos cuenta que, 8 años después, seguimos pensando en él y preguntándonos si no hay "algo especial" entre nosotros, algo del destino.
Hasta fue él que eligió el fin de (porque viaja mucho y a menudo).
Pero fue solo una vez en Barcelona que nos dimos cuenta que hacía exactamente 8 años día por día que empezó lo nuestro con The One, y el mismo fin de hace 8 años también recibía una respuesta de la empresa en que iba a trabajar en Barcelona para decirme que iban a contratarme.

¡Qué coincidencias, no!

Pues, a parte de ver al círculo fundamental de los amigos (Petit Dani, Ceci, Marta; Pipe no porque ha vuelto a vivir a Galicia), lo vimos a él para cenar.
Al principio pensábamos invitarlo a un sitio un poco guay, tipo CDLC en la playa o algo así, pero todos los sitios que habíamos seleccionado con antelación nos dijeron que estaban completos, cuando intentamos hacer reservas.
Así que quedamos en Gràcia y nos dejamos llevar.
Nos fuimos a un restaurante muy catalán que nos indicó él (El Glop), y empezamos a hacerlo beber, porque esta historia nunca terminada, y dolorosa en su momento, hace que pasa de la desconfianza y la frialdad más absoluta a la pasión más desencadenada si se relaja (= bebe), y luego al revés (cuando recupera).
Entonces, bajo el pretexto de celebrar mi nuevo trabajo empezamos a pedir cava, y luego vinos fuertes (Ribera del Duero), y con cada copa se relajaba más, y nos reímos un montón, y hablamos del pasado, y después de la cena, tomando copas, le dijimos que hacía justo 8 años, y Robin le dijo que él era la persona más importante en su vida, a parte de yo, y hablamos aún más de este "algo especial" que parece que hay entre nosotros.
Y finalmente acabamos en su casa, en su cama… y fíjate que este chico es el único que consigue dormir entre nosotros: no se agobia, no tiene demasiado calor, no necesita más aire o espacio… con ningún otro ocurre así.

Al día siguiente, una vez sobrio, recuperó su distancia habitual, y nos fuimos diciendo que íbamos a volver a vernos antes de la vuelta a París, pero finalmente no fue posible.

Muy seguramente será otro ejemplo típico de estas incomprensiones de los enamorados, porque mientras esperamos hasta el último momento que nos diera una señal de vida, parece que él esperaba igual de nosotros al revés (según los mensajitos de Facebook que intercambiamos al volver a París).

Ahora supongo que deberás estar hecho un lío, preguntándose por qué hemos vuelto a entrar en su vida, y a qué va todo esto, somos 2, vivimos lejos, no funcionó hace 8 años…

Sé que son muchos argumentos en contra de dejarse llevar, y no tengo respuestas tampoco.
Lo único que sé es que 8 años después seguimos pensando en él, que él parece que también, y que estoy dispuesto a lanzarme al agua otra vez.
Después de todo, existe Vueling!

jueves, abril 17, 2008

J'adooooooooooooooooooooore

¡Es lo más!

Es taaaaaaan...

Hay, no sé, la gran vuelta de la camiseta de nylón con cuello alto...

Y la letra, ¡esa letra!...



miércoles, abril 09, 2008

Barcelona s'ha posat nostalgica

Dentro de 15 días nos vamos a Barcelona. En el trabajo, cogimos el viernes y el lunes libres, y así nos regalamos 4 días de pequeñas vacaciones. Hacía tiempo ya, que no habíamos ido, más o menos 2 años si no me equivoco.

Nuestra motivación original para montar este viaje no fue la nostalgia de la ciudad (aunque echamos muchísimo de menos a Ceci y a Petit Dani) pero el deseo de volver a ver a Puri, nuestro "gran amor" del 2000, él del cual seguimos hablando 8 años después diciéndonos que hubiéramos debido hacer un esfuerzo para que no se terminara la historia en tal fracaso, que si no, muy probablemente siguiéramos con él, y así con todo tipo de fantasías románticas.

De vez en cuando volvemos a verlo. A veces vuelve a surgir la chispa, y se enciende el fuego otra vez. A veces no. La última vez nada. Y me temo que esta vez nada tampoco. Estando en el comité de organización de los Eurogay Games 2008, estará rodeado de millones de maricas deportistas y le quedará poca disponibilidad para fijarse en antiguas conquistas. La gente suele preferir la novedad.

Pero nunca se sabe… Últimamente hemos adelgazado un montón, y los fastidiosos ejercicios de abdominales que hacemos cada día empiezan a surtir efecto. Y hay esta especie de atracción rara que sentimos los 3, debe ser algo de feromonas…

En cualquier caso, como lo decía, hace mucho tiempo que no hemos estado en Barcelona, y vamos bien dispuestos a disfrutar de ella, pase lo que pase con Puri. Queremos ver a Ceci, al Petit Dani, a Laurent (un ex amigo de la primaria, de que me enteré hace poco – gracias Internet – que se mudó a Bcn hace poco para vivir con su novio). Y también recorrer el Paseo marítimo, Gràcia, el Raval, comprar ropa, comer sofisticado y salir por el Gaixample hasta las tantas.

miércoles, abril 02, 2008

Castigado

Hace mucho tiempo que no he dejado un post en este blog, pero es que no me pusieron las cosas fáciles aquí, quiero decir en la oficina. Durante varias semanas, digamos desde que volví de vacaciones, pusieron unas direcciones Internet en lista negra, entre las cuales Facebook (¡qué horror!) y Blogger (¡castigo de Dios!). Lo que hace que no podía escribir posts en el blog, ni podía dejar comentarios en los vuestros. Los podía leer, eso sí, pero sin dejar rastro.
Pero parece que han cambiado de opinión y desde hace un par de días, ya hemos vuelto a tener acceso a estas dos fuentes de información y diversión imprescindibles que son Facebook y Blogger.

¿Qué ha ocurrido mientras estaba incomunicado? Pues como suele pasar cuando hemos hecho un gran viaje como él que hicimos en febrero, hemos vuelto con unas ganas tremendas de cambiar muchas cosas en nuestra vida. Los que no conocen desde ahora varios años se habrán acostumbrado (espero) a estos cambios cíclicos de rumbo que nos afectan regularmente.

Los temas del cambio, esta vez, son “¡diversión!” y “¡basta con las obligaciones!”. Una especie de crisis de adolescencia atrasada, tal vez… Y sus efectos más visibles en el mes que acaba de pasar son: dejar todas las clases de deporte (ya no queríamos tener una rutina deportiva por encima de la cotidiana rutina laboral), cortarme el pelo (que tenía bien largo), para mí empezar las maniobras para cambiar de trabajo, y para Robin empezar a ver cómo arreglárselas para hacer una tesis en ciencias económicas. Ah, y también un régimen con el objetivo de volver a alcanzar nuestro peso de cuando nos encontramos, hace 13 años.

Y salir, salir aún más que antes.